¿Por qué es bueno tomar un yogur al día?
La
recomendación de tomar un yogur al día cada vez está más extendida. ¿Por qué?
¿Qué aporta la incorporación de este alimento a nuestra rutina
alimentaria? “La recomendación general
sería incluir 2-3 raciones de lácteos diariamente, teniendo en cuenta la edad y
situación fisiológica. Según pautas de 2016 de la Sociedad Española de
Nutrición Comunitaria (SENC), una ración de lácteo sería: 200-250 mililitros de
leche, o 200-250 gramos de yogur, o 40-60 gramos queso curado, o 80-125 gramos
de queso fresco”, explica Miren Iosune Zubieta, dietista-nutricionista en el
Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad de Navarra.
De manera
específica, detalla esta experta, la Federación Española de Sociedades de
Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad) ha llegado a recomendar en 2013 la
ingesta de yogur “dentro del consumo diario y variado de lácteos”.
¿Cuáles son
los beneficios del yogur?
La ingesta
de yogur tiene muchos beneficios desde el punto de vista nutricional, porque
ayuda a alcanzar las recomendaciones diarias de macro y micronutrientes. Así lo
afirma María Achón y Tuñón, profesora de Nutrición de la Universidad CEU San
Pablo, de Madrid. En concreto, “es un alimento con una composición muy parecida
a la leche, con una buena biodisponibilidad de nutrientes. Sobre todo, es una
fuente importante de calcio y de otros minerales, como el magnesio, potasio y
zinc, y aporta poco contenido en sodio. Su bajo aporte calórico es interesante.
Además, aporta proteínas de muy buena calidad”, especifica la docente.
¿Su consumo
frecuente puede prevenir enfermedades?
“El consumo
frecuente de yogur está recomendado para lograr una dieta equilibrada, variada
y moderada”, recalca Achón, añadiendo que “gracias al calcio podría evitar el
raquitismo en los niños y la osteoporosis en personas mayores. Su consumo,
según algunos estudios científicos, también se asocia con un mayor control del
peso corporal, un riesgo más bajo diabetes, y con mejores valores de
triglicéridos, glucosa y tensión arterial”.
En la
actualidad, repasa Zubieta, “se afirma que es necesario generar mayor
conocimiento acerca de la relación entre consumo de yogur y promoción de salud,
prevención e incluso tratamiento de determinadas situaciones clínicas y
enfermedades”. No obstante, esta experta afirma que la evidencia científica
disponible permite señalar de manera más destacada que el consumo de yogur,
como alimento lácteo fermentado, estaría especialmente recomendado en las
siguientes situaciones:
- En mujeres posmenopáusicas, con el objetivo de mejorar la absorción de calcio.
- Para contribuir a la reducción del riesgo de enfermedades respiratorias del tracto superior en la infancia.
- Para prevenir y disminuir la incidencia y duración de las enfermedades infecciosas gastrointestinales en niños.
- Antes, durante y después del tratamiento con antibióticos, ya que podría reducir el riesgo de sufrir diarreas asociadas.
- Cuando existe estreñimiento funcional, puesto que se asocia con el aumento en el número y mejora de la consistencia de las deposiciones.
- Antes, durante y después del tratamiento médico estándar de erradicación de Helicobacter pylori, porque podría aumentar el efecto del medicamento hasta en un 10 por ciento.
- Dado su contenido en probióticos, la ingesta de yogur contribuye a lograr, establecer y mantener una microbiota sana. Ésta se ha relacionado con beneficios en la salud desde diferentes ámbitos: prevención y tratamiento de enfermedades y diferentes situaciones clínicas.
Entre la
población, ¿es habitual la ingesta de yogur?
Los datos
disponibles en el último Informe del consumo de alimentación en España del
Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama)
muestran una disminución del consumo de lácteos respecto al año anterior.
Tendencia que viene detectándose desde 2012, según el análisis que hace Zubieta
de la situación.
Dicho
informe refleja que el perfil de hogar consumidor de leches fermentadas se
corresponde con familias con presencia de hijos, aunque también destaca el
consumo en parejas adultas sin hijos. Por su parte, el Principado de Asturias,
País Vasco y La Rioja son las comunidades autónomas con un mayor consumo
relativo de leches fermentadas. Y, en el lado opuesto se sitúan la Comunidad
Valenciana, Aragón y la Región de Murcia.
Por otro
lado, el consumo en España de otros productos lácteos distintos a la leche es
de 1,7 raciones diarias, según datos de 2016 del estudio Anibes mencionados por
Achón.
En personas
con problemas para digerir la lactosa
¿Cómo puede
ayudar el consumo de yogur a las personas con problemas para digerir la
lactosa? “Su ventaja es que tiene una menor cantidad de lactosa que la leche,
debido a la presencia de las bacterias propias del yogur. Estas bacterias
metabolizan la lactosa, convirtiéndolas en ácido láctico”, dice Achón.
En ese
sentido, Zubieta incide en que los lácteos fermentados incluyen la
transformación de la lactosa en ácido láctico debido a la acción de diferentes
microorganismos, aportándoles mayor digestibilidad.
“La
deficiencia congénita de lactasa, que conlleva la eliminación total de la
lactosa en la dieta, se distingue como una enfermedad muy rara y muy poco
frecuente”, responde la experta de la Universidad de Navarra. Y prosigue
explicando que “los lácteos nos aportan una fuente importante de calcio y
vitamina D. Si se eliminan por completo de la dieta se corre el riesgo de
sufrir un déficit de estas sustancias. Por tanto, lo primero que deben hacer
estas personas que notan molestias al ingerir lácteos pero no tienen un
diagnóstico es consultar con un especialista para ver qué cantidad de lactosa
podrían llegar a tomar, y hacer así una dieta adaptada y personalizada”.
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