Cuándo debo ir con mi pareja a terapia
Debemos dejar de percibir la terapia como algo negativo o
como el fracaso de nuestra relación de pareja. El problema sería, precisamente,
si no buscáramos ayuda para salvarlaIr al psicólogo siempre es una situación
que consideramos negativa. ¿Nuestra relación necesita terapia? Eso es porque
algo no va bien.
Puede que así sea y no tiene nada de negativo. ¿Verdad
que cuando nos duele la cabeza vamos al médico? Pues lo mismo deberíamos hacer
en temas de corazón. Imaginemos situaciones donde la rutina se ha implantado en
la pareja o hay una circunstancia de infidelidad. No estamos preparados para
lidiar con ello.
En estos casos, alguien que nos guíe de la forma oportuna
puede ser una gran ayuda que nos permitirá encontrar la mejor de las
soluciones.
A
veces, las parejas necesitan ir a terapia
En ocasiones no nos planteamos ir a terapia porque los momentos
malos son pocos y se pasan pronto. No obstante, pueden ser una llamada
de atención.
Si no les prestamos la debida atención puede que acaben terminando con
nuestra relación y eso es algo que queremos evitar, ¿no?
Uno de los principales motivos por los que tú y tu pareja deberíais ir a
terapia es la falta de comunicación. Uno de los males que más terminan con las
relaciones.
La comunicación es esencial y, si esta falla, tal vez os
acabéis convirtiendo en compañeros de piso, más que en una pareja.
Pero esto no lo es todo. En momentos de crisis como puede ser una
infidelidad, la muerte de un ser querido o un problema con los hijos, es
necesario ir a terapia.
La terapia nos va a abrir los ojos, a no echarle la culpa al otro, a
confiar en nuestra pareja y a fortalecer nuestros lazos.
El gran problema del sexo
Otro de los grandes problemas que demandan una terapia de pareja es el
sexo. ¿Qué ha pasado con los años? ¿Por qué no lo disfrutáis? ¿Por qué no lo
hacéis?
Con el tiempo dejamos de mostrarle afecto a nuestra pareja y la relación
se enfría. Suele suceder, sobre todo, cuando se tienen hijos y nos empezamos a
centrar demasiado en ellos.
De repente, te encuentras compartiendo cama con una persona desconocida,
a la que no abrazas, que no te da calor, que no satisface tus deseos sexuales.
Los abrazos han desaparecido, los besos fugaces también… Todo lo que os
enamoró en un principio se ha esfumado y, aún así, no queréis ir a terapia de
pareja.
Os da pereza, vergüenza y, tal vez, ni siquiera os interesa. Pero, vivís
juntos, tenéis una vida en común y, si queréis ser felices, debéis defender
vuestra relación como nunca.
En la consulta sobre terapia de pareja os ayudarán a recuperar las
muestras de cariño, a “romper el hielo” y volver a sentir lo que un día os
atrajo de la otra persona.
El problema de los hijos
Muchas parejas quieren tener hijos,
pero cuando esto sucede se encuentran con un terrible problema: perturban
demasiado el espacio de la pareja.
Ocupan la mayor parte de su tiempo,
la intimidad casi empieza a desaparecer por no tener tiempo a solas y todo,
absolutamente todo, cambia.
En estos casos es muy importante la
comunicación de la que hablábamos al principio. Es necesario que la pareja
hable sobre cómo resolver esta circunstancia de la mejor manera.
Tal vez dejar a los niños con una
niñera y salir a cenar una vez a la semana solos, reservar un hotel y pasar una
noche romántica…
Hay diversas formas de mantener la
magia con la pareja cuando los niños hacen acto de presencia.
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