La Obesidad Acelera el Envejecimiento del Cerebro
Por el Dr.
Mercola
Se ha vuelto
un hecho conocido que el exceso de azúcar daña su salud, al establecer las
condiciones para la obesidad y la diabetes. Las investigaciones1 también han
mostrado, que una alimentación alta en jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF)
puede dañar significativamente sus capacidades cognitivas al producir una
disminución de la actividad sináptica.
En un
estudio, las ratas que fueron alimentadas con jarabe de fructosa durante seis
semanas mostraron signos de daño cognitivo, ya que se les dificultaba encontrar
el camino para salir de un laberinto. Sus neuronas tuvieron problemas para
mandarse señales unas a las otras, lo que interrumpió la capacidad de las ratas
para pensar claramente y recordar la ruta que habían aprendido seis semanas
antes.
Las ratas
alimentadas con fructosa también mostraron signos de resistencia a la insulina,
una hormona que — además de controlar el azúcar en su sangre — también controla
la función sináptica en su cerebro.
Debido a que
la insulina puede atravesar la barrera hematoencefálica, puede desencadenar
procesos neurológicos que son importantes para el aprendizaje y la memoria.
Consumir grandes cantidades de fructosa podría bloquear la capacidad de la
insulina para regular la forma en la que las neuronas almacenan y utilizan el
azúcar como energía necesaria para impulsar los pensamientos y emociones.
Considerando
que el JMAF, que predomina en los alimentos procesados, es un gran factor de
riesgo de obesidad, no es tan difícil imaginar que la obesidad también podría
estar relacionada con la disminución de
la salud cerebral. De hecho, esto es exactamente lo que muestran los estudios.
La Obesidad
Acelera el Envejecimiento del Cerebro
Muy
recientemente, un estudio publicado en la revista Neurobiology of Aging
encontró cambios estructurales en el cerebro de las personas con sobrepeso,
cambios que, en general, se encuentran en personas mayores. Según reportó
Borneo Post:2
"Después
de escanear el cerebro de 473 personas entre los 20 y 87 años, y separarlas en
categorías de personas delgadas y con sobrepeso, los científicos descubrieron
que el peso extra podría acelerar la pérdida de la materia blanca del
cerebro...
Los
científicos posteriormente calcularon qué tanto se relacionaba ese volumen de
materia blanca a la edad de los dos grupos. Encontraron que, una persona de 50
años con sobrepeso tuvo un volumen de materia blanca comparable al de una
persona delgada de 60.
'El mensaje
general es que, básicamente, el cerebro parece ser 10 años más viejo si tiene
sobrepeso u obesidad', dijo Lisa Ronan, autora principal del estudio de la
Universidad de Cambridge".
La materia
blanca permite la comunicación entre las partes diferentes del cerebro, e investigaciones previas han demostrado que
este tejido tiende a disminuir con la edad. La pérdida de materia blanca
también se ha relacionado con el deterioro cognitivo y es un factor de riesgo
de demencia reconocido.
Las Células
de Grasa Podrían Promover la Inflamación Que Acelera el Envejecimiento Cerebral
Curiosamente,
mientras que las personas con sobrepeso mostraron una mayor aceleración en la
pérdida de la materia blanca y otros estudios han relacionado la obesidad con
un mayor riesgo de Alzheimer, en este estudio, no se observó una diferencia
perceptible en la capacidad del pensamiento. Este descubrimiento sorprendente
sigue en espera de una explicación.
Tampoco se
ha determinado la razón exacta por la que el exceso de peso corporal promueve
la pérdida de la materia blanca del cerebro. WebMD cita al Dr. Mike Henne,
vocero de la Federación Americana para la Investigación del Envejecimiento,
quien dice:3
"Una posibilidad, y los investigadores
hablan sobre eso [en el reporte], es que, cuando se es obeso, las células de
grasa producen más sustancias inflamatorias y la materia blanca es más sensible
a ellas. Esa es la teoría principal en el ramo".
La
Alimentación Mediterránea Aumenta la Capacidad Cognitiva
Según otras
noticias relacionadas, un análisis de 135 estudios concluyó recientemente que
la alimentación estilo mediterráneo es benéfica para la capacidad cognitiva y
reduce la probabilidad de desarrollar Alzheimer. Como reportó Medical News
Today:4
"En
relación con la memoria, los participantes que siguieron de cerca la
alimentación mediterránea experimentaron mejoras en la memoria a largo y corto
plazo, así como mejoras en el retraso cognitivo, función ejecutiva y las
construcciones visuales.
Un mayor
cumplimiento con la alimentación mediterránea también se relacionó con mejoras
en la atención y el lenguaje..."
Mientras que
hay muchas variaciones, este tipo de alimentación generalmente es alta en
alimentos de origen vegetal y grasas saludables, como frutos secos sin procesar
y aceite de oliva, mientras que se enfatiza el consumo de pescado y aves, por
encima de la carne roja.
Quizá lo más
importante sea que, la alimentación mediterránea se concentra en los alimentos
reales, y les resta importancia a los alimentos procesados que,
invariablemente, están cargados de azúcares y grasas dañadas, como aceites
vegetales, que son perjudiciales para la salud.
El estudio
presente no intentó determinar exactamente la RAZÓN por la que la alimentación
mediterránea mejora la salud cerebral, aunque este tipo de dieta ya ha
demostrado producir una variedad de efectos beneficiosos que pueden ayudar a
resolver esta cuestión. Por ejemplo, la alimentación mediterránea ha
demostrado:
Reducir la inflamación
|
Mejorar el control del peso y reducir el riesgo de obesidad
|
Aumentar el consumo de micronutrientes
|
Mejorar el consumo de antioxidantes
|
Mejorar el equilibrio de vitaminas y minerales
|
Mejorar el metabolismo de la energía celular
|
Mejorar los perfiles lipídicos
|
Alterar benéficamente la microbioma intestinal
|
Su Cerebro
Requiere Grasas Saludables Para Su Funcionamiento Óptimo
También se
recopilaron respuestas de un estudio de 2015,5 que descubrió que los adultos
mayores con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares que siguieron
una alimentación baja en grasa experimentaron una disminución significativa de
la memoria y la capacidad cognitiva, en comparación con aquellos que llevaron
una alimentación mediterránea alta en aceite de oliva o frutos secos.
A los que
les fue mejor, en términos de memoria, fueron aquellos que llevaron una
alimentación mediterránea suplementada con 30 gramos de frutos secos al día.
Tuvieron las mejoras más significativas de la memoria.
Mientras
tanto, aquellos que llevaron una alimentación mediterránea suplementada con 1
litro de aceite de oliva extra virgen cada semana, tuvieron las mejoras más
significativas en la función cognitiva.
Tanto los
frutos secos como el aceite de oliva son grasas saludables naturales y sin
procesar que el cuerpo necesita, así que, es obvio encontrar, que las mayores
cantidades de grasas saludables mejoraron la función cerebral.
Algunas
investigaciones previas de Mayo Clinic también demostraron que las dietas altas
en grasa están relacionadas con 42 % menos riesgo de daños cognitivos leves (un
precursor del Alzheimer), ¡mientras que las dietas ricas en carbohidratos
elevan el riesgo a 89 %! Como reportó USA Today en 2012:6
"Varias
dietas populares, como la mediterránea (pescado, proteína de carne de ave y
bastantes alimentos de origen animal y grasas saludables)… apoyan los múltiples
beneficios para la salud que se derivan de un menor consumo de carbohidratos,
como menor riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y una mejor salud
cerebral".
Tenga en
cuenta que, mientras que limitar los carbohidratos netos (carbohidratos totales
menos fibra) es un aspecto importante, aumentar las grasas saludables es una
parte fundamental de la fórmula.
No solo
necesita grasas saludables para la función óptima del cerebro, sino que también
las necesita para la energía, la producción de hormonas y una gran variedad de
otras funciones biológicas, como la función mitocondrial óptima y, aunque no lo
crea, el control del peso.
El DHA: Un
Componente Importante Para la Salud Cerebral
Quizá la
grasa más importante para su cerebro sea la grasa omega-3 de origen animal,
ácido docosahexaenoico (DHA), que se encuentra en ciertos mariscos.
Las buenas
opciones son el pescado graso de agua fría, como el salmón rojo silvestre de
Alaska, las sardinas, anchoas y arenques. La hueva de pescado y el aceite de
krill son otras fuentes beneficiosas.
La importancia
de las grasas omega-3 de origen animal (en especial, el DHA) para la salud
cerebral se ha demostrado en muchos estudios.
Por ejemplo,
algunos estudios han demostrado que ayuda a prevenir el Alzheimer,7 mejora los
síntomas del trastorno de hiperactividad con déficit de atención (THDA) y la
depresión, y retrasa el desarrollo de la psicosis, entre los pacientes con un
alto riesgo de esquizofrenia.
Volviendo al
estudio con las ratas mencionado anteriormente, las ratas que recibieron DHA en
conjunto con su alimentación alta en fructosa fueron capaces de atravesar el
laberinto más rápido y mejor que las ratas en el grupo sin DHA, lo que sugiere
que el DHA protege contra los efectos dañinos de la fructosa.
El DHA es
esencial para la función sináptica: ayuda a las células cerebrales a
transmitirse señales entre sí, el cual es el mecanismo que hace posible el
aprendizaje y la memoria. Y, ya que su cuerpo no puede producir DHA, debe
obtenerlo de su alimentación.
De manera
importante, el DHA es un elemento estructural en cada célula de su cuerpo y
representa un papel en la comunicación dentro y entre las células. Como tal, el
DHA no solo es otro alimento (combustible).
Que sea un
elemento estructural de las células ayuda a explicar por qué la deficiencia de
omega-3 es tan dañina para la salud. Y, ya que más del 90 % de la grasa omega-3
que se encuentra en el tejido cerebral es DHA, es particularmente importante
para la salud.
El DHA y el
ácido eicosapentaenoico (EPA) también tienen una influencia profundamente
importante en la función mitocondrial.
El DHA en
las membranas celulares ayuda a convertir los fotones de la luz solar en
corriente eléctrica y continua, la cual, a su vez, alimenta las mitocondrias y
la producción de energía.
Estoy
convencido de que tener suficiente DHA en las membranas celulares es una de las
estrategias para la salud más importantes que hay disponibles. Y, recuerde, su
cuerpo simplemente no puede convertir los omega-3 de origen vegetal en DHA en
una cantidad que sea útil de forma terapéutica.
Otros
Estudios Relacionan la Obesidad con el Deterioro de la Capacidad Cognitiva
Numerosos
estudios han presentado la idea de que el peso podría ser un factor de riesgo
de Alzheimer. Los adultos obesos, a
menudo, tienen otros factores de riesgo de desarrollar Alzheimer, como presión
arterial alta y diabetes. La obesidad también está relacionada con la
inflamación crónica, que podría empeorar el Alzheimer, en conjunto con la
resistencia a la insulina, otro factor de riesgo de Alzheimer conocido.
• En 2008,
las investigaciones revelaron que la obesidad central (exceso de peso alrededor
del vientre) está relacionada con un mayor riesgo de demencia.8
• Las
investigaciones publicadas en 2011 encontraron una fuerte correlación entre el
índice de masa corporal (IMC) y los niveles altos de beta-amiloide, la proteína
que tiende a acumularse en el cerebro de los pacientes con Alzheimer, la cual
causa la acumulación de placa.
Se cree que
la beta-amiloide destruye las neuronas, lo que contribuye a los problemas
cognitivos y conductuales típicos de esta enfermedad.9
• Un estudio
de 14 años de duración, publicado en julio de 2016, encontró que, entre las
personas que desarrollaron Alzheimer, aquellas con sobrepeso u obesidad a la
edad de 50 desarrollaron los síntomas casi siete meses antes, en comparación
con aquellos que tenían un peso saludable durante los 40.
Además, la
aparición de los síntomas aumentó a 6.7 meses por cada unidad adicional en el
IMC a los cuarenta. Aquellas personas con un IMC alto también fueron más
propensas a tener un mayor nivel de proteínas amiloides en el cerebro.10
Tres Claves
Para la Pérdida de Peso y la Salud Cerebral
Por el lado
positivo, una variedad de estrategias simples de estilo de vida podrían
optimizar su salud cerebral y mantener alejado el deterioro relacionado con la
edad. Entre estas encontramos las siguientes, que, da la casualidad, son
idénticas a aquellas que ayudan a la pérdida de peso:
• Ejercicio,
especialmente el entrenamiento en intervalos de alta intensidad
•
Restricción calórica (el ayuno intermitente parece tener muchos de los mismos
beneficios, mientras que es más fácil de realizar)
• Reducción
de los carbohidratos netos (especialmente los granos y azúcares) y aumentar las
grasas saludables de alta calidad (como el aceite de oliva, aceite de coco,
aceite MC, mantequilla cruda de leche orgánica de animales de pastoreo, frutos
secos sin procesar, yemas de huevo orgánico de gallinas camperas y aguacates).
De acuerdo
con el Dr. David Perlmutter, neurólogo y autor del libro "Grain
Brain" ("Cerebro de Pan"), una alimentación baja en
carbohidratos y alta en grasas saludables es el componente clave para la
prevención del Alzheimer.
Otras
Estrategias Que Ayudan a Proteger Su Cerebro
También
necesita suficientes grasas omega-3 de alta calidad, especialmente DHA. Yo
prefiero el aceite de kril, por encima del aceite de pescado, ya que el aceite
de kril contiene astaxantina, que es particularmente beneficiosa para el
cerebro.
La
astaxantina es un carotenoide, que es muy bueno para reducir el daño a la grasa
mediado por los radicales libres y, como mencioné, la mayoría del cerebro —
entre el 60 y el 70 % — es grasa; mayormente DHA. Otros dos nutrientes que
representan un papel importante en la salud del cerebro son:
• Vitamina
D: Los investigadores han localizado vías metabólicas para la vitamina D en el
hipocampo del cerebro y el cerebelo; áreas que están involucradas en la
planeación, procesamiento de la información y formación de recuerdos.
En los
adultos mayores, las investigaciones han demostrado que los niveles bajos de
vitamina D están relacionados con una menor función cerebral
• Colina: La
colina reduce la inflamación y representa un papel en la comunicación de los
nervios. El huevo y la carne son dos de las mejores fuentes de colina.
Si no
consume alimentos animales, podría correr el riesgo de desarrollar una
deficiencia y lo ideal sería considerar la suplementación
El estado de
su tracto gastrointestinal (GI) es otra cuestión importante que tiene una
influencia significativa en la función cerebral.
Su intestino
es, literalmente, "segundo cerebro". Así como tiene neuronas en el
cerebro, también tiene neuronas en el intestino, y las bacterias intestinales
transmiten información de su tracto gastrointestinal al cerebro, a través del
nervio vago.
La
microbioma intestinal anormal se ha relacionado con el desarrollo anormal del
cerebro y podría ser un culpable ignorado de muchos casos de depresión. Además
de evitar el azúcar, una de las mejores formas de apoyar la salud intestinal es
consumir vegetales fermentados, que están llenos de bacterias benéficas.
Por último,
aunque no por ello menos importante, es fundamental apreciar por completo la
importancia del sueño.
Las normas
del sueño más recientes, basadas en 300 estudios que observaron los efectos del
sueño sobre la salud, confirman que la mayoría de los adultos necesitan
alrededor de ocho horas de sueño para una salud óptima.
Es
particularmente importante para la salud cerebral, ya que el ÚNICO momento en
el que el cerebro puede desintoxicarse es durante el sueño profundo, que es la
razón por la que las personas que duermen mal son más propensas a desarrollar
trastornos neurológicos, como el Alzheimer.
Así que, de
verdad, si desea que su cerebro funcione de manera óptima, asegúrese de tratar
cualquier problema que tenga para dormir.
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