Fatiga Crónica: ¿Real o Irreal?
Por el Dr. Mercola
El síndrome de fatiga crónica (CFS por sus siglas en inglés)
es un problema de salud debilitante que afecta hasta a 2.5 millones de personas
que viven en los Estados Unidos1 e incurre y es responsable del gasto anual de
$51 billones de dólares en costos médicos.2
De hecho, este problema de salud recibe muchos nombres
diferentes que incluyen encefalopatía miálgica o encefalomielitis miálgica (ME
por sus siglas en inglés), síndrome de fatiga post-viral (PVFS por sus siglas
en inglés) y síndrome de disfunción inmunológica por fatiga crónica (CFIDS por
sus siglas en inglés).3 Aunque la abreviatura más común es ME/CFS.
Incapaces de identificar una causa, muchos médicos dicen que
este problema de salud tiene raíces psicológicas. Este problema de salud se
reportó por primera vez en la literatura médica en 1934.4 Pero fue hasta hace
poco que los investigadores encontraron similitudes fisiológicas entre grupos
de personas que separaron sus síntomas de otros problemas de salud comparables.
Se han descubierto cambios en las bacterias y en el tejido
cerebral de las personas que padecen síntomas de ME/CFS. Ahora, los científicos
han encontrado biomarcadores en la sangre que se correlacionan con los síntomas
de ME/CFS.
Esta combinación de información pone a los investigadores un
paso más cerca de encontrar un agente causal, lo que ayudaría a mejorar las
opciones de tratamiento.
¿Qué Es el Síndrome de Fatiga Crónica?
Los investigadores no han encontrado una razón para los
síntomas de ME/CFS. Uno de los mayores obstáculos es el hecho de que los
síntomas varían mucho de una persona a otra.
Sin embargo, el síntoma más común es el agotamiento
abrumador que empeora con el gasto de energía física o mental y no mejora con el
descanso adicional.5 Curiosamente, es posible que no experimente toda la
sensación de agotamiento hasta 48 horas después de la actividad.
Algunas de las complicaciones de los síntomas podrían
incluir depresión, asilamiento social, días de incapacidad en el trabajo y
restricciones de estilo de vida que están relacionadas con una incapacidad para
interactuar en las actividades cotidianas.6
Este problema de salud afecta a personas de todos los
estratos sociales, grupos étnicos y raciales, así como personas de todas las
edades.7 Sin embargo, las personas en sus 40s y 50s, son el grupo que tiende a
reportar más síntomas y las mujeres reportan síntomas con una frecuencia hasta
cuatro veces mayor en comparación con los hombres.
La forma en la que las personas sufren ME/CFS no se describe
por completo a través de una lista simple de síntomas. De acuerdo con David
Tuller, coordinador en la Universidad Berkley de California:8
“En una entrevista para el New York Times a principios de
este años, la autora de la lista best-selling, Laura Hillenbrand (“Seabiscuit,”
“Unbroken”), quien ha vivido con CFS durante décadas, calificó el nombre de la
enfermedad como “condescendiente” y “sumamente confuso”.
Además, añadió “la persona promedio que padece esta
enfermedad, antes de padecerla, no era una s persona floja, es muy común que
haya sido tipo A y muy, pero muy trabajadoras…
Lo que experimentamos es fatiga, pero para nosotros
significa lo que lo que es un cerillo para una bomba atómica. Esta enfermedad
deja a las personas postradas en la cama. He pasado por fases en las que ni
siquiera puede rodar en la cama. No puedo hablar. Así que llamarlo fatiga es
algo “completamente erróneo”.
Los síntomas de este problema de salud podrían imitar a
otros problemas médicos que requieren de un diagnóstico por exclusión, es decir
primero descartar otros problemas de salud, como trastornos tiroideos,
trastornos de sueño y problemas hepáticos o renales.9 Estos síntomas
adicionales podrían incluir:10,11,12
Dolor muscular
Nuevo Estudio Encuentra Biomarcadores que Señalan un
Problema Inflamatorio
Un estudio reciente realizado por la Facultad de Medicina de
la Universidad de Stanford identificó 17 biomarcadores en la sangre que se
correlacionan estrechamente con la severidad de los síntomas reportados en los
pacientes que padecen ME/CFS.13
Estos biomarcadores son citoquinas, pequeñas proteínas
segregadas por su sistema inmunológico que son utilizadas por otras células en
su cuerpo.
Este nuevo hallazgo ofrece esperanza tanto para las personas
que padecen esta enfermedad como para los médicos, ya que proporciona evidencia
objetiva y una confirmación concreta de la existencia del ME/CFS. También
podría ayudar a mejorar las opciones de tratamiento y a descubrir una cura.
Durante el estudio, los investigadores analizaron la sangre
de más de 185 personas que padecían ME/CFS y que habían padecido los síntomas
durante al menos 10 años. Su sangre se comparó con las muestras de sangre de
más de 385 personas sanas.14
Se encontraron 51 citocinas diferentes en todas las personas
y se descubrió que hubo dos tipos de citocinas que fueron significativamente
diferentes entre los grupos.
Sin embargo, la observar más de cerca las citocinas en el
grupo sintomático, los investigadores también encontraron niveles diferentes de
17 citocinas que parecieron correlacionarse con la severidad de los síntomas
reportados por la persona.
La hipótesis de los investigadores fue que esto no había
sido descubierto en estudios previos debido a que algunas personas tenían
niveles elevados de algunas citosinas, mientras que tenían niveles bajos en
otras, lo que pudo haber alterado la información.
De las 17 citocinas identificadas en el estudio, 13 eran
conocidas por estar relacionadas con un mayor nivel de inflamación. Esto
confirma la sospecha de algunos investigadores de que los síntomas similares a
los de la gripe y dolores corporales relacionados con el ME/CFS están
relacionados con una respuesta inflamatoria.
La Respuesta Inflamatoria Podría Ser Causada por un Intestino
Permeable
Otro estudio reciente realizado por la Universidad de
Cornell encontró una diferencia en el microbioma intestinal de las personas
diagnosticadas con ME/CFS y un grupo de personas sanas.17
Este descubrimiento podría ayudar a conocer más sobre los
procedimientos para otros problemas de salud y crear estrategias para el
tratamiento y prevención del ME/CFS. Las diferencias que encontraron los
investigadores fueron evidentes tanto en las muestras de sangre como en las
muestras de heces.
Los investigadores utilizaron la secuencia de ADN para
encontrar una clara falta de diversidad en el microbioma intestinal de las
personas y encontraron biomarcadores inflamatorios en su sangre.18
Los cambios tal vez no estén claramente relacionadas con una
causa o consecuencia del problema de salud. Maureen Hanson, PhD y profesora de
biología molecular y genética en la Universidad de Cornell comentó para el
Washington Post:19
“Nuestro trabajo demuestra que el microbioma intestinal en
los pacientes con síndrome de fatiga crónica no es normal, probablemente eso es
lo que provoca los síntomas gastrointestinales e inflamatorios en las personas
que padecen esta enfermedad.
Además, nuestra detección de una anomalía biológica ofrece
más evidencia contra este ridículo concepto de que la enfermedad es de origen
psicológico”.
Los investigadores especularon que estos marcadores podrían
ser el resultado de un “intestino permeable causado por problemas intestinales
y que permite la entrada de bacterias a la sangre”.20 El intestino permeable se
desencadena debido al desarrollo de "huecos" entre las células de la
membrana que recubre el tracto intestinal.
Esto permite que los materiales que estaban destinados a
permanecer en su tracto intestinal como los alimentos sin digerir, bacterias y
productos de desecho, se filtren en su torrente sanguíneo.
Hay una relación perceptible entre el desarrollo de estos
huecos entre las células y los alimentos que consume cada día. Los granos son
particularmente problemáticos. Las investigaciones muestran que el gluten
estimula una molécula en el intestino llamada zonulina, una proteína intestinal
que provoca la apertura de estas coyunturas.
Y si padece alguna enfermedad inflamatoria como ME/CFS, entonces
lo mejor es evitar las legumbres y otros alimentos ricos en lectinas.21 No
todas las personas con intestino permeable desarrollarán ME/CFS, sin embargo,
curar y sellar su intestino podría ayudar a reducir la respuesta inflamatoria
en su cuerpo, lo que su vez provocaría una reducción de los síntomas.
Cambios Neurológicos Encontrados en las Personas que Padecen
ME/CFS
La personas que padecen ME/CFS también experimentan cambios
en la materia blanca del cerebro, otra evidencia de que estamos hablando de un
problema de salud fisiológico.22
A través de una nueva tecnología, se utilizaron estudios por
imagenes para distinguir diferencias entre el cerebro de las personas que
padecen ME/CFS y las personas sanas. Las personas que padecen ME/CFS tuvieron
una menor cantidad de materia blanca y cambios en el hemisferio derecho.
Los investigadores comentaron en un comunicado de prensa del
Centro Médico en Stanford, en donde se realizó el estudio, que:23
"No es poco común que los pacientes con CFS tengan que
enfrentar varias caracterizaciones erróneas de su enfermedad o incluso
sospechas de hipocondría, antes de recibir el diagnóstico de CFS. Las
anormalidades identificadas en el estudio... podrían ayudar a resolver esas
ambigüedades…”
El estudio expuso
tres hallazgos:
Una reducción de la materia blanca responsable de
transportar la información en el cerebro, no fue ninguna sorpresa. Se sabe que
la inflamación crónica afecta la materia blanca
Una apariencia anormal consistente mostrada a través de las
técnicas de imagen en las personas con ME/CFS en el hemisferio derecho del
cerebro, que conecta los lóbulos frontales y los lóbulos temporales.
Un engrosamiento de la materia gris en cualquier borde de la
materia blanca, entre los lóbulos temporales y frontales, lo que indica que es
bastante improbable que estos descubrimientos sean una coincidencia
Además de la Enfermedad, las Personas que Padecen ME/CFS Se
Enfrentan a Otros Desafíos
Aunque, por lo general, este problema de salud es
físicamente y emocionalmente devastador, las personas que padecen esta
enfermedad también se enfrentan a otros desafíos. El investigador principal del
estudio que reveló todo lo relacionado con los biomarcadores de la citoquina en
la sangre de las personas que padecen ME/CFS, el Dr. Jose Montoya, habló para
NPR News:24
“Este es un campo que ha estado lleno de escepticismo e
ideas erróneas, en donde los pacientes son vistos como si estuvieran inventando
su enfermedad.
Estos datos demuestran claramente todo lo contrario, así
como todo lo que se puede lograr cuando se realiza una buena investigación
utilizando lo más novedoso en tecnología”.
Desafortunadamente, la información de estos estudios no ha
llegado a los médicos tan rápido como quisiéramos y los pacientes siguen
enfrentándose a la negativa y recomendaciones para mejorar su condición física
basadas en el ensayo PACE publicado en Lancet,25 que recomienda terapia
conductual cognitiva y ejercicio físico para curar a los pacientes con ME/CFS.
Este estudio pareció haber utilizado una gran cohorte de
pacientes y haber sido sometido a la revisión por pares antes de haber sido
publicado. Sin embargo, después de que se publicaron los datos sin procesar del
estudio, se pudieron detectar grandes fallas en las suposiciones de los
investigadores.26
Antes del estudio, los investigadores determinaron sus
estándares de éxito al definir “recuperación” y mejora”.
Sin embargo, una vez que comenzó la parte no cegada del
estudio, los investigadores revisaron las definiciones para que si los
pacientes empeoraban, tanto en fatiga como en función física, durante el
transcurso del estudio, pudieran seguir siendo clasificados como
“recuperados”.27
Tuller publicó su análisis de los resultados del estudio,28
y otro análisis reciente confirma su evaluación sobre el ensayo PACE, en la que
concluyó que se trató de un ensayo con muchas fallas y con malas
conclusiones.29
El daño a las personas y sus familias provocado por seguir
las recomendaciones de su médico y que se basan en aumentar la actividad física
y buscar ayuda psicológica para curar este problema de salud, es lo que
contribuye en gran medida a toda la carga emocional y mental que experimentan
estas personas.
En otro análisis de esta población de pacientes, los
investigadores evaluaron cualquier aumento en el riesgo de muerte causado por
un diagnóstico de ME/CFS. Aunque no encontraron ningún aumento en la mortalidad
por cualquier causa, sí hubo una aumento significativo en el riesgo de muerte
por suicidio que estuvo acompañado por un diagnóstico de ME/CFS.30
¿Podría Reforzar la
Salud Mitocondrial Ayudar a Reducir los Síntomas?
Es lógico que un problema de salud que provoca una respuesta
inflamatoria en el cuerpo y que a su vez provoca una fatiga abrumadora
responderá favorablemente a los factores de estilo de vida que reducen la
inflamación y refuerzan la función de su mitocondria.
Estas pequeñas fuentes de energía son una red interconectada
que distribuye rápida y efectivamente la energía en todas las células de su
cuerpo.31
En otras palabras, reforzar un sistema que proporciona
energía a todas las células de su cuerpo, probablemente afectará muchos
problemas de salud, no sólo a ME/CFS. Los estudios sobre la función
mitocondrial nos han ayudado a entender el desarrollo de enfermedades
cardíacas, así como de otras enfermedades mitocondriales, incluyendo el cáncer.
Cuando experimenta disfunción mitocondrial, también se
enfrentará a muchos problemas de salud. Ya que desempeña un papel muy
importante en las enfermedades neurodegenerativas, trastornos convulsivos,
diabetes, hipertensión y más.
De hecho, muchos de los problemas de salud que están siendo
tratados con medicamentos tóxicos podrían resolverse con una intervención
nutricional y de estilo de vida adecuada que se encargue del combustible que
utilizan sus células para obtener energía.
Opciones de Apoyo y
Tratamiento en Casa
En este momento no existe una cura conocida para el ME/CFS,
pero hay muchos métodos para reforzar su cuerpo y aliviar los síntomas,32
incluyendo los alimentos que come y las decisiones que toma durante su día.
Cada una de estas opciones tiene un impacto en los síntomas
de ME/CFS, así como en su salud en general. Los cambios prácticos en su plan de
nutrición que pueden ayudar a curar su intestino y reducir la inflamación,
incluyen:
• Evitar los
productos con gluten y trigo: Las gliadinas, un componente del gluten, son
una proteína de clase A que se encuentra en el trigo y los cereales. Estas
proteínas aumentan la permeabilidad en su intestino.
Tome en cuenta que el gluten también se puede encontrar en
otros granos, no solo en el trigo. La aglutinina del germen de trigo (WGA por
sus siglas en inglés) es una lectina o proteína vegetal que tiene una gran
concentración en forma de semilla.
El trigo para pan es un tipo relativamente nuevo de trigo
que tiene una forma resistente y problemática de WGA. Desempeña un papel
fundamental en el efecto tóxico a los riñones y hay evidencias de que aumenta
el daño a la membrana de las paredes intestinales.
• Evitar las
lectinas: Algunas lectinas, incluyendo WGA, se unen a los sitios receptores
en las células de la mucosa intestinal e interfieren con la absorción de
nutrientes. Como tales, actúan como “antinutrientes” y pueden tener efectos
dañinos en el microbioma intestinal al provocar un desequilibrio en la flora
bacteriana – un precursor común del intestino permeable.
Las lectinas también están relacionadas con las enfermedades
autoinmunes de todo tipo. Para conocer más sobre este tema, incluyendo qué
alimentos evitar debido a su alto contenido de lectina, por favor échele un
vistazo a “Cómo Reducir las Lectinas de la Alimentación”.
• Reducir sus
carbohidratos netos: el azúcar de los carbohidratos, como los granos,
dañará el equilibrio de microbios en su intestino. El azúcar es la fuente
alimenticia de las bacterias que pueden ocasionar el daño en las paredes
intestinales, mientras que la fibra es la fuente alimenticia de las bacterias
que construyen las membranas intestinales.
Los carbohidratos netos son los gramos totales de
carbohidratos que consume en el día, menos los gramos de fibra. La diferencia
son los carbohidratos netos. Intente reducir sus carbohidratos netos a 50
gramos por cada 1000 calorías de alimento al día.
• Aumentar su consumo
de fibra: La fibra que consume de los alimentos enteros es la fuente
nutricional para las bacterias intestinales que ayudan a mantener y desarrollar
las células de las membranas de las paredes del intestino.
Esto ayuda a sellar los "huecos" entre las células
y reduce la filtración de los productos de desecho y bacterias en su torrente
sanguíneo. Trate de consumir vegetales enteros, frutos secos y semillas (con
excepción de las variedades ricas en lectina.
• Consumir alimentos
fermentados: Aunque la idea de comer alimentos "fermentados"
podría sonar poco agradable, se sorprenderá de la lista de exquisiteces
producidas a través de esta técnica ancestral de preparación y conservación. Al
descomponer con bacterias los carbohidratos y las proteínas, los alimentos se
vuelven funcionales, deliciosos y en una fuente natural de probióticos para
alimentar a su intestino.
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