Un complemento podría ayudar contra una enfermedad que afecta a la vista de las personas mayores
(HealthDay News) -- Un complemento barato de venta libre de
antioxidantes/zinc podría ayudar a conservar la vista en las personas mayores,
y también resulta rentable, sugiere un nuevo estudio.
La pastilla combinada se ha denominado complemento del
"Estudio de enfermedad ocular asociada con la edad (AREDS)", por el
ensayo en que se estudió anteriormente.
El Dr. Aaron Lee, investigador del nuevo ensayo, dijo que su
equipo encontró que el AREDS era "muy rentable para el tratamiento de la
degeneración macular asociada con la edad, específicamente en personas que
tienen una degeneración macular asociada con la edad activa húmeda en un ojo, y
seca en el otro". Lee es profesor asistente de oftalmología en la
Universidad de Washington, en Seattle.
La degeneración macular es una enfermedad progresiva que es
una causa importante de pérdida de la vista entre los estadounidenses mayores.
El nuevo estudio sugiere que el complemento AREDS podría
retrasar la necesidad de un tratamiento más costoso de la forma
"húmeda" de la enfermedad, en particular, dijo Lee.
No se sabe con exactitud cómo los complementos funcionan
para ralentizar la progresión del problema ocular, añadió, pero "la
formulación actual de los complementos contiene antioxidantes que se cree que
protegen a la retina del daño que resulta en la degeneración macular asociada
con la edad húmeda".
Pero al menos un experto en los ojos de EE. UU. cuestionó la
idea de que el complemento AREDS mostrara sin duda un beneficio en la
prevención de la enfermedad o su avance.
"A pesar de que es una práctica de rutina de muchos
especialistas en la retina de EE. UU., los beneficios siguen siendo
inciertos", dijo el Dr. Alfred Sommer, profesor de oftalmología en la
Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.
Según la American Macular Degeneration Foundation (AMDF), la
degeneración macular asociada con la edad provoca daños en la mácula, un
pequeño punto cerca del centro de la retina. Es la parte del ojo que se
necesita para la visión central aguda. Con el tiempo, la vista puede hacerse
borrosa, y al final los pacientes pueden perder la vista.
Los dos tipos básicos de degeneración macular se conocen
como húmeda y seca. Más o menos del 10 al 15 por ciento de los casos de
degeneración macular son de tipo húmedo.
En la degeneración macular húmeda, crecen vasos sanguíneos
debajo de la retina y la mácula. Esos nuevos vasos pueden sangrar y perder
fluido, haciendo que la mácula se hinche o se levante de su posición
normalmente plana, lo que distorsiona o destruye la visión central. La pérdida
de la vista puede ser rápida y grave.
Aproximadamente el 85 al 90 por ciento de los casos de
degeneración macular son de tipo seco. La degeneración macular asociada con la
edad seca no implica escapes de sangre. En vez de ello, la mácula podría
deteriorarse y los productos de desecho de las células del ojo pueden
acumularse. Puede haber pérdida de la vista, según la AMDF.
El ensayo AREDS anterior mostró que los complementos, que
combinan vitaminas antioxidantes con zinc y cobre, son baratos y efectivos para
ralentizar la progresión de la degeneración macular asociada con la edad.
Los complementos AREDS se venden con marcas como
PreserVision y Pro-Optic. Los costos varían de 25 a 40 dólares por 120
pastillas, un suministro para dos meses.
Es un precio muy inferior al de unos costosos fármacos
recetados llamados terapias anti VEGF, que se usan actualmente para tratar a la
degeneración macular húmeda. Además, la terapia anti VEGF implica aplicar una
aguja en el ojo, y los medicamentos pueden también tener efectos secundarios.
Un efecto secundario posible es un mayor riesgo de inflamación en el interior
del ojo, y otro es la posibilidad de accidente cerebrovascular, anotó Lee.
Para calcular la rentabilidad de los complementos AREDS, Lee
y sus colaboradores observaron el uso de los complementos en personas de a
partir de 55 años de edad.
El ensayo AREDS había concluido que un complemento diario
que combinaba antioxidantes en dosis altas y zinc reducía el riesgo de
desarrollar degeneración macular asociada con la edad húmeda y ralentizaba su
progresión.
El equipo de Lee observó dos fórmulas disponibles de los
complementos.
La fórmula 1 tiene unas dosis altas de vitamina C y E,
betacaroteno, zinc y cobre. La fórmula 2 contiene luteína y zeaxantina en lugar
de betacaroteno.
Los investigadores utilizaron un modelo estadístico con
información del ensayo AREDS, junto con datos de más de 90,000 personas con
degeneración macular en Reino Unido.
Encontraron que ambas formulaciones eran rentables para
tratar a los pacientes con la enfermedad en etapa temprana, pero que eran
incluso más rentables para los que tenían la afección en un solo ojo.
A lo largo de una vida, los investigadores encontraron que
esos pacientes necesitarían ocho inyecciones menos de terapias anti VEGF en el
ojo, dijo Lee.
Eso podría conducir a ahorrar miles de dólares por paciente
a lo largo del tiempo, concluyó el equipo británico.
Pero Sommer, que revisó los nuevos hallazgos, apuntó a
algunas salvedades.
Sommer anotó que "de hecho, ahora es una práctica común
que los oftalmólogos de EE. UU. recomienden a sus pacientes que encajan con
este perfil que tomen este complemento".
Añadió que "si uno cree que el complemento funciona en
el grupo en que pareció hacerlo, entonces todo se trata del costo, dado que
nunca se han reportado evidencias que muestren daños".
¿Pero los AREDS de verdad funcionan?
Según Sommer, no se ha realizado ningún estudio a gran
escala para evaluarlo. Y el ensayo AREDS que los investigadores usaron para
alabar estos complementos fue pequeño, de forma que cualquier resultado
positivo podría deberse al azar, anotó.
La conclusión de Sommer es que "a pesar de que sea una
práctica de rutina de muchos especialistas en la retina de EE. UU., los
beneficios siguen siendo inciertos".
Por tanto, "cualquier análisis del costo de los
beneficios carece de cierto significado visto desde esa perspectiva",
dijo.
El estudio aparece en la edición del 23 de agosto de la
revista British Journal of Ophthalmology.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
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